La vida, con todas sus aventuras y descubrimientos, a menudo nos presenta desafíos que parecen montañas con experiencias frustrantes e imposibles de superar, ya sea por temas personales, profesionales, físicos o espirituales.
¡Y es que es taaan fácil sentirse abrumado!
Si miramos más allá, podemos escalar y superar estas montañas bajo la guía de Dios, básicamente porque ÉL es quien puede quitarnos la lupa de los ojos para que veamos Su inmensa Grandeza sobre lo que hoy parece un enorme desafío y que en realidad, solo es un pequeño montículo de tierra bajo nuestros pies. Con fe, determinación y valentía, descubriremos oportunidades únicas para levantarnos en sabiduría y seguir avanzando.
Quizá hoy estés luchando con la autoaceptación, tratando de mantener relaciones que parecen romperse, o quizá te sientas atrapado en la monotonía de un trabajo que no te llena, o de pronto estés buscando desesperadamente una conexión con Dios que parece haberse perdido.
Sé que enfrentar estos retos no es fácil, pero aquí es donde la oración entra en tu vida y es en esa conversación íntima con Dios que tenemos el poder para recibir paz, fortaleza y sabiduría.
Y no te rindas, porque "La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto." (Proverbios 4:18 NTV).
Recuerda lo que dice 2 Corintios 5:7: "Vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos." Así que, aunque no podamos ver a Dios, confiamos en que Él está en control de todo.
Confiamos en que el Gran YO SOY es nuestro refugio y nuestra fortaleza.
Gigantes Derrotados:
La Biblia está llena de historias que nos inspiran a escalar nuestras propias montañas:
David y Goliat: ¿Sabías que David, un joven pastor, enfrentó al gigante Goliat con una honda y una piedra? Su victoria no fue por su habilidad, sino por su fe inquebrantable en Dios.
Moisés y el Mar Rojo: Moisés, guiando a los israelitas, confió en la dirección de Dios para cruzar el Mar Rojo, viendo cómo lo imposible se hacía realidad.
Jesús en el Desierto: El Señor Jesús, durante su tentación en el desierto, nos enseñó que la victoria espiritual se encuentra en la comunión con el Espíritu Santo y Su Palabra.
Con DIOS, aprendemos a derribar gigantes, encontrar mejores caminos y vencer las tentaciones.
Subraya en tu Biblia Hebreos 11:6:
"De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad."
¡Así que ten fe y agradécele a Dios por todo lo que ya tienes! Enfoca tu mente en tus bendiciones diarias, por pequeñas que parezcan. Piensa en un chocolatico con pan y queso por la mañana, la sonrisa de un desconocido o el simple palpitar de tu corazón.
En los pequeños detalles hay grandes tesoros diarios, y estos pueden cambiar tu forma de ver las cosas.
Rodéate de personas que te den buen ejemplo, aquellas que se alegren con tus alegrías y lloren con tus tristezas, pero que también te llevan por el buen sendero.
Recuerda cuidar tu salud física y emocional diariamente, ya sabes que un cuerpo fuerte y una mente saludable son importantes para enfrentar con sabiduría cualquier reto.
DIOS está contigo, proveyendo su amor, dirección y fortaleza.
¡Con Él, todo es posible!