Baile Atemporal: Danzando en Cada Temporada

Recuerdo que hace algunos años, vi una foto de cuando yo tenía 2 años de edad, en donde me encontraba en medio de un gran salón con un pequeño pocillo en la mano y entonces mis padres me contaron que en esa ocasión habíamos asistido a un matrimonio y yo llevaba ese pocillito para otra mesa, ¡cuando de repente, comencé a bailar al son de la música!, y entonces mi Papá tomo la foto con gran alegría. Actualmente, soy Mamá de una hija que ama la música y esto me lleva a pensar en lo grandioso que es vivir la música en nosotros desde antes de nacer. Es como si nuestros cuerpos estuvieran destinados a comunicar emociones a través de la danza como una forma de expresión que trasciende generaciones, culturas e idiomas.

“Mi vida estuvo llena de momentos decisivos y caminé por senderos tan difíciles que se me quitaron las ganas de bailar, y esto ocurrió cuando mis emociones fueron un caos en los lugares equivocados y con las personas incorrectas, obviamente este camino me dejó un gran vacío que me llevó a cometer errores que en vez de llenarme, me condenaron”


Pero hoy quiero contarte desde mi experiencia personal, por qué bailar para Dios es tan maravilloso y vale la pena absolutamente. 

Descubrí que en esta alabanza, los seres humanos podemos encontrar fe, sanidad, crecimiento, amor y perdón para seguir avanzando, bailar para YHVH en medio de las espinas es un reto glorioso, incluso en los momentos más apasionantes, sobre todo cuando le expresamos agradecimiento a Dios con alabanza y adoración sincera hacia el Señor que entregó todo por nosotros.

Y cuando alguien me pregunta: ¿Qué es esa forma de bailar? ¿No te da vergüenza?
Recuerdo que bailo para Jesús y en Su presencia, no hay lugar para la vergüenza.

Ahora imagina esto: 

¿Cómo bailaba el Rey David para Dios?
El Rey David, fue un hombre conforme al corazón de Dios y nos dejó un ejemplo poderoso de alabanza sin reservas:

En 2 Samuel 6:14-16 dice:
"Vestido tan solo con un efod de lino, David se puso a bailar ante el Señor con gran entusiasmo. Así que entre vítores y al son de cuernos de carnero, David y todo el pueblo de Israel llevaban el arca del Señor YHVH (JEHOVÁ). Sucedió que, al entrar el arca del Señor a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl se asomó a la ventana; y cuando vio que el rey David estaba saltando y bailando delante del Señor, ella sintió por él un profundo desprecio."

Mical, la hija de Saúl, reprochó a David por "comportarse como un cualquiera". Pero David le respondió con pasión:

2 Samuel 6:21-22:
"'Lo hice en presencia del Señor, quien en vez de escoger a tu padre o a cualquier otro de su familia, me escogió a mí y me hizo gobernante de Israel, que es el pueblo del Señor. 
De modo que seguiré bailando en presencia del Señor YHVH (JEHOVÁ), y me rebajaré más todavía, hasta humillarme completamente. 
Sin embargo, esas mismas esclavas de quienes hablas me rendirán honores.'"

David estaba dispuesto a "hacerse más vil por causa de YHVH" porque su alabanza era para Dios, no para la aprobación humana.

Cuando estudiamos la Biblia, aprendemos a alabar a Dios, porque esto es mucho más que un simple acto; es una parte vital de nuestra relación con ÉL:

Si alguno de ustedes está triste, póngase a orar. Si está alegre, alabe a Dios con cánticos.
(Santiago 5:13 NTV).

Por lo tanto, por medio de Jesús, ofrezcamos un sacrificio continuo de alabanza a Dios, mediante el cual proclamamos nuestra lealtad a su nombre." (Hebreos 13:15 NTV).

Que todos alaben el nombre del Señor, porque su Nombre es muy grande; ¡Su Gloria está por encima de la tierra y el cielo!" (Salmo 148:13 NTV).

La alabanza es nuestra forma de reconocer la grandeza de Dios, Su amor y Su fidelidad. No importa dónde estés o qué estés viviendo, ¡Siempre hay una razón para danzar en Su presencia!

AUTOR: DIATHY EN ÉL CAMINO